El propio Marx solía decir que él no era marxista para evidenciar cuan importante es la libertad de pensamiento, esa facultad que le ha permitido al ser humano volar por los cielos de la imaginación y aprehender los secretos de la vida. Sin esa libertad nada es posible.

Hasta hoy la producción de conocimientos ha estado reservada a las élites en el marco de un sistema que mercantiliza hasta los sueños. Eso es lo que Marx creía se debía cambiar. La libertad de pensamiento no está dada, hay que conquistarla y nunca lo haremos si no tenemos conciencia de esa necesidad.

José Stalin era tuerto, tenía un solo punto de vista. Encorsetó la libertad en nombre de la revolución y la volvió rígida, antidialéctica, propiedad del Estado y del partido. Eliminó a todos los que no coincidían con aquel esperpento personal, de ahí que el socialismo stalinista haya sido el peor fraude histórico de todos los tiempos.

Viendo el video que la Senacom ha proyectado por los medios me he estremecido de terror. Un video genial, hecho con todos los ingredientes de lo más oscuro del pensamiento stalinista que evidencia el proyecto fascista que se esconde en la mentalidad de estos seudo marxistas que ahora nos gobiernan.

La sociedad plural del Sumak Kawsay someterá al capital, cierto, pero le dará un lugar. Será la lógica de los intereses populares la que le irá convirtiendo en un objeto inútil, ahistórico, no la voluntad de ningún líder. Eso se llama fascismo.

La revolución ciudadana no demuestra tener imaginación. Con libretos pre establecidos reinventará el socialismo stalinista, con lo cual hundirá por siglos la verdadera revolución popular.

¡No hay derecho a que los seudo marxistas pelucones usen de manera tan perversa la ideología revolucionaria!

JORGE OVIEDO RUEDA

Publicado en:

La Hora, 26, noviembre, 2014, Quito.