Hay en el mundo países que han resuelto sin traumas sus problemas de desarrollo. Pienso en los países nórdicos, o en los Tigres Asiáticos, o en Corea del Sur, que parecen ser los que inspiran las políticas económicas del régimen correista.
¿Son esas las aspiraciones del pueblo ecuatoriano?, ¿ese es el desarrollo por el cual vale la pena luchar hasta morir? Con los Estados Unidos y los países europeos son los que más alto per capita de ingreso registran en el mundo. Suiza, por ejemplo, supera los treinta y dos mil dólares, EE UU bordea los veinte y seis y casi todos los europeos sobrepasan los veinte mil. Es el llamado primer mundo, en el que todo tipo de consumo es posible.
Son también los responsables de la tragedia ecológica que vive la humanidad. Ellos son los que más contaminan, los responsables del calentamiento global; ellos son los que ajustan la soga de nuestro cuello cada vez que necesitan garantizar el per capita de sus respectivos pueblos.
¿Es ese el ideal del desarrollo correista? El nuevo discurso es ahora el de la explotación responsable de los recursos naturales. Siempre se ha dicho que la explotación se hará con las más avanzadas tecnologías, pero siempre, sin excepción, han fallado. De no ser así, tendríamos un planeta limpio. Ese nuevo discurso es el engaño del neoliberalismo camuflado.
Así como es un engaño la propuesta de desarrollo socialista que hace ahora, en cada discurso que pronuncia, el Mashi Rafael. No hay socialismo con estructura capitalista. Ese socialismo no es posible. Los caminos del socialismo ahora son los que propone el Sumak Kawsay Revolucionario, un socialismo que supedita cualquier tipo de propiedad al de la propiedad colectiva de la tierra. Por ese socialismo si vale la pena luchar.
Jorge Oviedo Rueda
Publicado en
La Hora
7,mayo/2014, Quito