En segunda vuelta mañana se elegirá el nuevo rector de la Universidad Central del Ecuador. El doctor Samaniego no pudo cumplir su promesa de ser reelegido en la primera vuelta. Este hecho es demostrativo de que la comunidad universitaria de la Central no está alineada en la propuesta de Samaniego.
Este sector le echa la culpa al gobierno. Dice que el anuncio de la pérdida de categoría fue una maniobra para perjudicarlos. Yo creo que el rector candidato es víctima de sus propios errores. La fórmula anti emepedista le funcionó en su primera administración, pero haber identificado a toda oposición con el MPD, ha sido un error; haber convertido a la FEUE en un aliado incondicional, otro; haber perseguido a los estudiantes contestatarios, otro; no haber sido capaz de manejar eficazmente el presupuesto, otro; no haber creado las condiciones para elevar el nivel académico de la universidad, otro; pero sobre todo, haber comprendido demasiado tarde que el gobierno de Correa quería intervenir en la Central para volverla funcional a sus intereses, le han restado apoyo.
Yo creo que no podrá superar la oposición unificada de sus rivales. Creo que el doctor Sempértegui triunfará. El apoyo mayoritario de los estudiantes lo hará posible.
Lo que preocupa es que tampoco este sector ha hecho una declaración categórica sobre las pretensiones elitistas y colonialistas del gobierno de Correa. Un nuevo rector tiene que luchar por recuperar la autonomía perdida, superar la gnoseología cartesiana, incentivar la investigación creadora desde la perspectiva del Sumak Kawsay Revolucionario y elevar, concomitantemente, la capacidad crítica y humanística del estudiante para no seguir haciendo autómatas defensores del sistema. En el fondo, otra Universidad.
JORGE OVIEDO RUEDA
Publicado en
La Hora, 15/enero/2014, Quito