Estaría en la gloria. Los actuales gurús del Estado correista no se cansarían de inclinar sus cabezas ante mi paso, porque, bueno, no vaya usted a creer que ser Phd es cualquier cosa. La genuflexión sería más profunda si la Universidad titulante sería de las más antiguas o tradicionales. No, señor, no es lo mismo ser Phd de Oxford o de Harvard que de una latinoamericana cualquiera.
Si fuera Phd mi opinión sería considerada en los altos círculos académicos del correismo. No importaría cuan postizas y extrapoladas sean las soluciones que proponga para nuestros agobiantes problemas nacionales. Un Phd puede hablar pendejadas porque tiene respaldo académico.
Si fuera Phd quisiera que en mi país se hiciera realidad el Buen Vivir, que les permita a mis conciudadanos consumir sin límites; quisiera que el desarrollo de nuestra economía nos ubicara entre los países del primer mundo, convencido de que es absurdo seguir siendo mendigos sentados en un saco de oro.
Si fuera Phd sería especialista en copiar y miraría con desprecio a aquellos que se atreven a crear. Los calificaría de ignorantes, incapaces de entender que ya todo está hecho.
Si fuera Phd miraría por arriba del hombro a los Amautas, Yachags, Chamanes, Taitas y Mamas que han acumulado en sus tradiciones la sabiduría de sus ancestros, porque nunca fueron a una universidad extranjera o a una de sus sucursales.
Si yo fuera Phd sería rector de una Universidad, dueño de un negocio educativo, Ministro, hombre de confianza del régimen, cualquier cosa importante sería, porque un Phd es cosa sería.
Pero no lo soy, amigo lector. A mí la Universidad sólo me dio un método de estudio. Con ese método aprendí a pensar y de eso no dan Phd en ninguna parte.
¡Pero si fuera Phd, repito, ahora estaría en la gloria!
JORGE OVIEDO RUEDA
Publicado en
La Hora 11/Sep./2012, Quito