Hace diez años, cuando AP triunfó, uno de sus principales postulados fue la lucha contra la corrupción. Entonces, todo era expectativa. Los ingenuos creían que Correa traía en sus manos una varita mágica, los no tan ingenuos decidieron esperar y los desengañados sabíamos de antemano que la lucha contra la corrupción no daría resultados.
Dicen algunos que la corrupción es un mal estructural, creo es más que eso, es el aceite que pone en funcionamiento la estructura de la sociedad capitalista, viene de arriba y está directamente relacionada con la moral burguesa cuyo leit motiv es el lucro.
Más de mil seiscientas empresas ecuatorianas manejan sus capitales fuera del país, eso es corrupción al más alto nivel; se sabe ahora que menos de trecientos empresarios tienen más de treinta mil millones de dólares en los paraísos fiscales, eso es corrupción; se sabe que todo contrato con el Estado lleva su “mordida”, se sabe que el Fiscal General de la nación está en los Panama Paper y se sabe que ese Fiscal -que debía tener el techo de vidrio- no renuncia porque tiene padrinos. Todo eso es corrupción en las alturas, pero de la más baja ralea.
Los llamados gobiernos “progresistas” en América Latina se van devorando a sí mismos debido a la corrupción, alentada por los intereses del capitalismo mundial. Un proceso social que no tiene fines revolucionarios, fracasa en el mar de las oportunidades inmediatas, en el ahora o nunca, movido por la caduca moral del lucro y el egoísmo individual.
La corrupción sólo podrá desaparecer cuando los fines de la producción sean el equilibrio del ser con la naturaleza, cuando seamos capaces de producir más valores de uso que de cambio, cuando extirpemos de la conciencia de los seres humanos el afán de lucro y acumulación.
La Hora, 11-05-2016
Lord Acton alguna vez dijo «El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente», es decir yo creo que la corrupción no es como Ud. lo señala solamente un problema moral, ni siquiera es consustancial solamente al sistema económico sino que fundamentalmente se debe a la falta de Democracia. En todos los «gobiernos progresistas» ha habido concentración de poderes, en Venezuela es paradigmático como Maduro obstruye sistemáticamente las atribuciones de la Asamblea Nacional y también el proceso de destitución iniciado. Si algo es inherente a la Democracia es la desconcentración de poderes y la destituibilidad de los funcionarios, entre otras características de la Democracia. Por algo, el sistema capitalista que permite la concentración de la propiedad tampoco favorece la Democrcia. Pero también la Democracia está relacionada a las libertades y la libertad de expresión ha sido una de las más atacadas por esos regímenes mal llamados «progresistas», deberían llamarse retrogrados.
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¿Por qué mira la paja en el ojo ajeno y no mira la viga en el suyo propio? Los gobiernos de la oligarquía compiten para ver cuál ha sido menos corrupto y no cuál más honesto, eso durante toda nuestra vida republicana. Repúblicas como la nuestra no conocen la transparencia en la gestión del Estado, es precisamente por eso que hace falta una revolución. La democracia que usted defiende no es otra cosa que la forma legal de organizar la corrupción. No es utopía imaginar que un día los políticos y los servidores del Estado darán de sí todo, a cambio de nada, por la sola satisfacción de ver como conjuntamente se construye la felicidad de todos. La vida será una obra de arte y cada uno de nosotros sus artistas. ¿De qué dependerá esa maravilla? De una educación libertaria. ¿No lo cree? Saludos.
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Yo jamás he defendido a los «gobiernos de la oligarquía». Ud. no me conoce, he combatido a algunos. No sabe cual es la Democracia que yo defiendo. Yo mas bien defiendo los principios democráticos que son, entre otros:
1. Elecciones limpias con transparencia;
2. Sin oligopolios de partidos políticos, todas las personas pueden presentarse sin necesidad de aspucio de partido alguno;
3. Desconcentración del poder, es decir las funciones del estado deben ser separadas e independientes. Al mismo tiempo debe haber desconcentración geográfica.
4. Destuitibilidad, es decir cualquier funcionario por elección popular debe ser facilmente destituible y sustituído de acuerdo a ley.
5. Sustituibilidad, cualquier funcionario de elección popular puede ser sustituido temporalmente
6. Delegabilidad, todos los funcionarios de elección popular son delegados de sus electores y por tanto deben consultarlos para la toma de decisiones funamentales.
Estoy de acuerdo que una «educación libertaria» puede contribuir a un cambio del sistema, pero esa educación debe ser a su vez democrática, es decir seguir los principios democráticos.
Pero a su vez es imposible todo esto sin maximizar las libertades, en mi opinión hay dos clases:
1. Libertad positiva: es decir la posibilidad de hacer lo que se desea, lo cual está condicionado con aspectos económicos, por tanto es necesario la desparición de la pobreza.
2. Libertad negativa:que no haya prohibiciones, desde luego, siempre las va a haber pero deben limitarse al mínimo.
Por último, no es el estado, ni la «vanguardia» que nos va a conducir a la felicidad, ésta es una construcción individual que se va a realizar si el estado y la sociedad lo permite.
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Hola José: ¿Qué democracia? Es una hoja en blanco y depende del cristal con que se la mire. Los seis postulados que usted enuncia son los que la sociedad capitalista proclama y defiende. Más de dos siglos después de su proclamación vivimos en una cloaca. Dígame usted ¿qué podemios ahora defender de esta «democracia»? No hay transparencia, hay monopolios y oligopolios, hay concentración del poder, la revocatoria de los funcionarios es letra muerta y el resto son sólo líricas aspiraciones.
La libertad es «la conciencia de la necesidad» detalle que los intereses económicos se encargan muy bien de ocultarlo, con lo cual conservan su hegemonía. En esta lucha brutal si hay algo
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¿Qué sociedad capitalista defiende esos seis postulados? Eso es una afirmación vacia de contenido. ¿Quién es la «sociedad capitalista»? Es Ud., soy yo, es Correa, es Lasso, es Lucio? Quién? Cuando Ud. me explique la contesteré. Con la afirmación de los monopolios y oligopolios y la concentración de poder estoy de acuerdo, pero recuerde cuantos monopolios y oligopolios existen en la Cuba castrista que Ud. defiende? En cuanto a que son aspiraciones «líricas» puede ser pero no más «líricas» que su «revolución». En cuanto a las «necesidades» hay muchas teorías al respecto, por tanto su proclama también me parece vacía de contenido.
Si su «revolución» es democrática y libertaria ahí coincidiremos.
Saludos.
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…que el esclavo puede hacer individualmente y es tomar conciencia de su esclavitud. Ese proceso tiene que estar apoyado en una política revolucionaria, no hay otro camino. Saludos.
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