Comencemos recordando que la Revolución Ciudadana hizo de la educación superior uno de sus caballos de batalla. Impulsó la aprobación de la nueva ley de Educación, continuó con la eliminación de las “universidades de garaje”, siguió con los procesos de acreditación y creó tres universidades repartidas en todo el territorio nacional. Yachay es, precisamente, una de ellas.
Es la universidad del conocimiento, dicen. Abierta al mundo. Regentada por científicos extranjeros porque “las ciencias no tienen fronteras”, y, porque ellos pueden traer profesores y filántropos, empresas que inviertan y que quieran transferirnos sus tecnologías. Nosotros los ecuatorianos podemos creer que lo que el Estado paga a estos científicos benefactores son “cifras estratosféricas” sin “darnos cuenta de sus beneficios. Por cada dólar invertido, la ganancia es de diez dólares.”
Concebida como un crisol donde se forjan los conocimientos y los profesionales funcionales al proyecto político del gobierno, Yachay se nombra Revolución y se apellida Ciudadana. Eso, en mi opinión, no está mal porque, por último, es el Alma Mater la que marca la ruta por donde van las naciones, ¿o no? Lo que está mal es el proyecto político de la Revolución Ciudadana.
La panjuata oposición se escandaliza por los sueldos que ganan los directivos de esta Universidad, o porque usan las video conferencias para impartir instrucciones y estar al tanto del movimiento de la institución, o porque viajan mucho y llevan una vida de glamour científico que les permite codearse con la crema y nata de la ciencia mundial. “Esa es su misión”, dicen, porque “la universidad y la ciencia en Ecuador tienen que estar conectadas con el mundo.”[i]
Nada más lógico. Si se quiere estar entre los más destacados centros de reproducción de la ciencia secular, todo eso es poco. “Tenemos que dejar de tener una mirada hiperparroquial en el sistema de educación superior.”, dice Ramírez y lleva mucha razón. Si quieren que el proyecto político de Alianza País triunfe, no pueden perder el tiempo fijándose en huevadas, tienen que poner toda la carne en el asador.
¿Qué propone, entonces, la oposición en lo que a la educación superior se refiere? ¿Volver al pasado?, ¿al libre ingreso?, ¿a la educación de garaje?, ¿a la banalización de los títulos académicos?, ¿al facilismo? No, señores, YachayRC es la joya más brillante de la corona correista y sólo puede ser criticada desde una perspectiva revolucionaria. YachayRC no es igual a Yachay revolucionaria.
¿QUÉ ES YACHAY REVOLUCIONARIA?
Cuando Hernán Cortés fue recibido por Moctezuma en Tenochtitlán, el acto más importante fue una demostración científica. Un hombre adulto sentado en una lámina de oro en mitad de la plaza, dio en lugares adecuados de la lámina pequeños golpes con una especie de palillos de cristal, lo que produjo la inmediata elevación de la lámina con el hombre por sobre las cabezas de los asistentes. Los estupefactos españoles no podían creer lo que veían y, uno de ellos, aterrado por semejante demostración de “brujería”, de un certero disparo acabó con el “hombre volador”; los incas fueron capaces de subir el agua de un nivel inferior a uno superior sin artilugios mecánicos; hoy, en Massachusetts, jóvenes investigadores han metido el sol en una botella de plástico haciendo posible que los barrios pobres de Filipinas se alumbren sin electricidad; otros purifican el agua con energía solar; se ha inventado un motor que funciona con agua; en Nigeria, donde el 90% de las aldeas no poseen electricidad, un aldeano inventó un sorprendente método de refrigeración sin electricidad.
Ese es, para Ñucanchic Socialismo, el camino de la ciencia para superar los parámetros cartesianos y evitar la catástrofe mundial que nos amenaza. Es lo que debemos enseñar, investigar y aprender en una ciudad del conocimiento. Eso es para nosotros YachayR.
Los “nerds” de la revolución ciudadana no están capacitados para entender las cosas de esta manera. Quieren resultados inmediatos, para lo cual el único camino es copiar, no crear. El jefe de todos ellos se jacta con frecuencia de que la RC envía a los jóvenes a estudiar en “las mejores universidades del mundo” tapando, con ese orgullo inconsciente, el crimen de vaciar el cerebro de nuestra juventud. Toda una estrategia renovada de dominación que convierte a parte de la inteligencia nacional en defensora incondicional del proyecto correista que nos obliga a seguir nadando en la mierda acumulada durante siglos.
Una “economía azul”, como ha dicho un autor, es parte de nuestra propuesta, porque sabemos que hay otra ciencia, amable, no traumática, en armonía con el sistema superior de la vida, que no es otra cosa que un sistema de sistemas.
YachayRC es opuesto a YachayR. Nuestro YachayR es un camino de ida y vuelta, del sujeto al objeto, del objeto al sujeto, como la misma palabra lo indica: YACHAY al derecho y al revés.
Correa y sus “pichones” seguirán defendiendo su proyecto a capa y espada. No importa. El poder no compra la razón, la razón brilla sola, aunque se encuentre en el fondo del sistema que nos oprime.
[i] Véase: El Comercio: Entrevista a René Ramírez, 2/agosto/2015, pg. 3. Todas las citas.
Aunque
no sabemos cuál es la agenda oficial sobre el proyecto Yachay, parece ser que uno
de los objetivos es construir, usando la palabra que tanto les gusta una suerte
de “réplica” del Cal Tech (Instituto Tecnológico de California). Aun cuando se
pudiera hacerlo, con los costos fuera de proporción en relación con las demás
universidades ecuatorianas, lo que se constituiría es solamente un enclave del
primer mundo en el tercer mundo y cumpliría solo los propósitos de éste primer
mundo, porque no se habrán creado los encadenamientos productivos con las
empresas y la sociedad ecuatoriana. Por tanto, en el mejor de los casos, lo que
se logrará es construir un centro de investigación y una universidad que genere
cierto conocimiento nuevo e inclusive algunas patentes las cuales no
necesariamente responderán a las necesidades de la sociedad ecuatoriana sino al
núcleo de investigadores del Cal Tech o de otros centros de investigación y por
consiguiente la utilidad para la sociedad ecuatoriana sería muy cuestionable. Por otro lado es muy difícil crear un centro
de investigación-universidad de altísimo nivel en muchas áreas del conocimiento
y más bien lo que debería hacerse es concentrarse en una o dos áreas
prioritarias como hizo Corea del Sur, fortaleciendo las universidades coreanas
con un convenio con el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para la Ingeniería
Mecánica y Naval y ya hemos visto los resultados en Corea. En el caso
ecuatoriano podría concentrarse en las áreas de energía alternativas y la farmacéutica
vegetal, por citar dos posibilidades donde tenemos ventajas comparativas.
(No voy a criticar su «Yachay Revolucionario» o su seudociencia inca porque no existen y probablemente no existirán)
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Patricio: la falta de fe en nuestras posibilidades es uno de los lamentables rasgos del colonialismo mental en el que hemos vivido. Si existió una ciencia pre-colombina y hoy hay muchos ejemplos de avances científicos hechos en la gnoseología ancestral. Ese debe ser nuestro camino. Reflexione.
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Acepto que existía un conocimiento precolombino pero los ejemplos que Ud. presenta de la nueva o antigua ciencia son patéticos: «el sol métido en una botella de plástico» ( no es el sol, es la luz solar), «el hombre volador», «subir el agua de un nivel inferior a uno superior sin artilugios mecánicos» (habría que ver si el método usado no es mecánico, será eléctrico o nuclear???), «el motor de agua», «un aldeano inventó un sorprendente método de refrigeración sin electricidad» (habría que calcular la tasa de retorno de la energía de ese dispositivo).
Por favor, investigue más antes de escribir!!!!
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Señor Patricio: siento decirle que con alguien que no es capaz de abrir su mente a nuevas ideas, me es difícil dialogar. Parece que para usted los caminos están trazados; yo aspiro a irlos construyendo. Se necesita imaginación, usted demuestra no tenerla.
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Estimado Jorge:
Precisamente, se necesita mucha imaginación para pensar como resolver los problemas actuales de la humanidad, pero las soluciones o las nuevas ideas no pueden violar el conocimiento acumulado de la humanidad, la cual ha tomado miles de años en llegar ahi y para resumirlo incluye, entre muchísimas otras cosas, los siguientes principios:
1) Ley de conservación de la energía (o Primera Ley de la Termodinámica) y
2) Segunda Ley de la Termodinámica.
Por otro lado, la imaginación y las nuevas ideas no implica ser iluso pero tampoco eso quiere decir que no podemos ir «construyendo caminos» pero esos caminos deben ser realistas y usando una terminología que a Ud. le gusta «históricos», es decir, de acuerdo a los acontecimientos del pasado reciente. Eso no nos impide imaginarnos una sociedad ideal o utópica pero nunca estaremos de acuerdo en imponerla a la fuerza o de manera no democrática.
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