Un solo grito ¡Ya tenemos presidente! recorre el Ecuador. Como que las elecciones son un pequeño obstáculo a vencer para seguir con la obra. Yo puedo decir: ¡Adelante, Rafael, tu eres necesario!
Estoy de acuerdo sin ser partidario de Rafael Correa. Estoy de acuerdo porque el triunfo de cualquiera de los aspirantes sería una tragedia para el Ecuador. Las candidaturas de la derecha tradicional y moderna (Lasso, Noboa, Rodas) nos traerían el pasado al presente, con toda su carga de miseria, mendicidad y latrocinio; las candidaturas del populismo (Gutierrez, Zavala) la degradación de la dignidad nacional y la de la izquierda plurinacional un revanchismo absurdo de quítate tú para ponerme yo.
Nadie está más capacitado para la reforma política como Correa. El la lleva adelante de manera magistral, con la oposición de una fauna mediocre que dice tener fórmulas mágicas. La Historia tiene un derrotero. La sociedad humana se encamina al socialismo. Los que apunten en esa dirección, están con la Historia, los que no, contra la Historia.
Pero Correa es líder de la reforma, no de la revolución. Correa es apenas un eslabón necesario. Sabe disimular su condición usando el discurso socialista, pero no se puede hacer revolución manteniendo el compromiso con el capitalismo corporativo mundial, como lo demuestra a cada instante.
De ahí que hoy más que nunca se necesite una izquierda frontal, que declare su fe inquebrantable en el socialismo como alternativa al desarrollismo neoliberal que hoy se escuda en gobiernos como el de Correa. A la izquierda del Mashi sólo puede estar la propuesta del Sumaw Kawsay revolucionario y eso sólo puede hacerlo una nueva izquierda, enraizada en nuestras tradiciones y proyectada al futuro.
JORGE OVIEDO RUEDA
Publicado en
La Hora, 23/enero/2013, Quito