La lucha por el poder es legítima. Siempre ha sido la competencia de eficientes empresas electorales por captar el favor de las masas. Últimamente la elección de dignidades se ha convertido en un asunto de marketing en el que se vende un candidato de idéntica forma en como se vende un producto. Tome Coca-cola, es igual a vote por fulano de tal.

La derecha, el centro, la izquierda, el populismo, los independientes, todos, están comenzando a preparar sus fuerzas para derrotar a Correa en el 2013, porque de eso se trata: vencer a Correa.

Lo que pasa es que Correa sigue siendo una locomotora y, aunque ninguna de las fuerzas opositoras quiera verlo así, seguirá aplastándolas sin remedio. Ya es hora de reconocer que el misho Presidente tiene lo suyo.

La derecha de medio pelo anda preocupada de concentrar las fuerzas de oposición, “la dispersión es lo que le da fuerzas a Correa”, dice uno de sus voceros; la derecha derecha, esto es, la oligarquía tradicional del Ecuador, está tapiñada en el mismo Correa; el populismo gutierrista y similares siguen mintiendo para ver si levantan cabeza.

El centro izquierda pretende hacer bien las cosas en esta ocasión. Afila un discurso de izquierda y seudo socialista para tratar de recuperar lo que le dieron en bandeja a Correa. Están convencidos que lo que al Ecuador le conviene es un correismo sin Correa. Un correismo con Acosta o con Larrea, o con Moncayo, que es lo perfecto. Según ellos, sin el autoritarismo de Correa todo puede marchar bien.

La izquierda revolucionaria no deja de trabajar. Advierte al movimiento indígena que ha llegado la hora de la independencia de clase. Este es el sector político que realmente va a derrotar a Correa. Ubica su lucha en el terreno ideológico donde el misho Presidente es más débil que una brizna de paja.

JORGE OVIEDO RUEDA

PUBLICADO EN LA HORA 26/OCT./2011