Ocho binomios corren por el solio presidencial. En esta ocasión no está la izquierda, ni tan siquiera nominalmente.
Al cabo del tiempo “esa izquierda histórica” ha terminado subsumida en el centro socialdemócrata, bien sea bajo la sombra de Correa o de Moncayo, lo que equivale a un sinceramiento de las posiciones y no está mal, porque de hoy en adelante, el discurso de izquierda en boca del ex MPD o del socialismo amarillo sonará a herejía. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿son AP y RC la izquierda actual en el Ecuador?
No, categóricamente, no. Un gobierno que usó la bonanza económica para adecuar las condiciones materiales que la oligarquía necesitaba para sus negocios, no es de izquierda ni cagando, como dicen los zoquetes de colegio. El socialismo y la izquierda revolucionaria auténticos no han tenido ni tienen vela en este trágico funeral.
Hace diez años, cuando apareció Correa, la tristemente recordada “izquierda histórica”, dijo que la coyuntura era propicia para apoyarlo, que ellos serían el “gobierno incluido”. En su primer discurso Correa les aplicó un puntapié en bendita sea la parte. Hoy esa misma izquierda anda con el cuento del “voto táctico” para apoyar la candidatura de Moncayo.
Ya es hora de comprender que la mejor opción es construir esa opción. Para la izquierda auténtica lo adecuado es darle una vuelta más a la tuerca del progresismo correista porque comprende que el triunfo de la derecha será un gran salto hacia atrás. Moncayo es el mismo perro con diferente estilo de ladrar.
A una nueva izquierda parece no preocuparle las elecciones de febrero, se prepara para las del 2021, sin pecado original, sin más compromiso que con el pueblo, por eso parece considerar que, en estas elecciones, ir con la Historia es votar nulo.
La Hora, 25-01-2017
Nunca ha estado Ud. tan equivocado, preferir el neofascismo correista a cualquiera de las otras opciones es no solo un error táctico para alguien que se dice de «izquierda» sino un error estratégico, significa no entender la Historia. Creer que «para la izquierda auténtica lo adecuado es darle una vuelta más a la tuerca del progresismo correista» es olvidar toda la represión correista a los indígenas, a los maestros, a las universidaes, a los ecologistas, es olvidar la entrega del país al nuevo imperialismo chino, la conculcación de las libertades individuales y colectivas, la concentración del poder, el descomunal endeudamiento y un larguísimo etcétera.
Si un grupo que se hace llamar «la nueva izquierda» piensa así no se diferencia del neofascismo de cualquier color.
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Su apostilla merece un comentario: usted no es capaz de darse cuenta que la mia es una opinión para criticar a una izquierda que hace fuu perdió las perspectivas, tampoco se percata que dejo clara mi posición frente a Correa.
Claro que cualquiera de los candidatos actuales le convienen al sistema, incluido el de AP, pero, allá entre ellos, que como puede ver todos, sin excepción, son una partida de pillos. La perspectiva de una nueva izquierda nada tiene que ver con este juego. Se tiene que construir -ese es el reto-, para actuar como contrapeso real a las diversas versiones de la oligarquía. De todas ellas, la que más avanza en el sentido que le conviene a una izquierda renovada es AP. Sin perdón ni olvido, habrá que ajustar la tueca de la Historia con la fuerza del pueblo. AP irá al tacho de la Historia y en un futuro no muy lejano sólo se le recordará como el movimiento que dió el primer paso.
Socialdemócratas, populistas, socialcristianos y demás tserán derrotados en el ftagor, inevitablemente violento de los intereses contrapuestos.
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Ud. en cambio no es capaz de vislumbrar el posible futuro de la consolidación del neofascismo y desde luego eso es no es conveniente para ninguna izquierda verdadera ni nueva ni vieja porque independiente de todos sean unos pillos, habrá algunos que sean más represivos y entre esos está Alianza País y contrariamente a lo que Ud. piensa, ese partido es el que más impediría los posibles avances sociales. Por tanto, decir que «la versión que más avanza en el sentido que le conviene a una izquierda renovada es AP» es totalmente absurdo.
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