Los ecuatorianos siempre supimos que habían tres profesiones convenientes: el sacerdocio, las fuerzas armadas o la policía nacional. Ser “cura”, “milico” o “chapa” era entrar en el gueto de los privilegiados.
En los tres casos estuvo establecida la más rígida jerarquización de los mandos. Esa característica ha permanecido como argamasa cohesionadora de la institucionalidad militar y eclesial. Para la corriente conservadora ha sido también su ideal de nación. En ella se refleja el orden y la tradición que se concreta, en la base, con la familia patriarcal.
Alfaro le dio moldes legales a esta vieja tradición enraizada en los ejércitos coloniales. Desde él tenemos un ejército profesional que vive del erario nacional y cuya misión primordial es defender nuestra soberanía nacional. Toda interpretación que pretende ver a las FF AA como “garantes de la democracia” o “defensoras del orden interno” es un invento de los sectores dominantes contra los intereses del pueblo.
Cambiar esta realidad significa cambiar la naturaleza de las instituciones militares, construirlas desde la base con el pueblo y sólo puede ser obra de un revolucionario. Sólo a un loco se le ocurre querer subvertir ese orden en base a su palabra y su prestigio. En estas instituciones está el núcleo de nuestros males, cambiar su esencia es hacer una revolución.
Correa lejos está de ser un revolucionario, no podrá obligarles a los militares a permanecer en sus cuarteles, ni recordarles que el pueblo es el único garante de la democracia ni impedirles que salgan a reprimir. Está atrapado en la trampa de la democracia representativa. No puede volar con libertad.
Como en todo, Correa sólo es bueno para poner las cartas sobre la mesa, no para solucionar los problemas.
La Hora, 31-08-2016
Correa jugó como todo tramposo las cartas que no puede jugar, las ilegítimas (que puede ser que me olvide de alguna) y algunas legítimas como:
1.El clientelismo, puso a miembros de la Armada en Petroecuador, no sabemos para que pero nos lo imaginamos.
2. Los aduló con la compra de armas, especialemente algunas muy sospechosas como las de los helicópteros indios y para nadie está claro si eso tuvo que ver con el asesinato del Genaral Gavela.
3. Puso una enmienda constitucional que convierte a las Fuerzas Armadas en un suerte de policía lo que permite lo que Ud. dice: «que salgan a reprimir», a propósito nunca lo han hecho espontanemente en los últimos veinte años (salvo en los viejos tiempos de las dictaduras militares), siempre lo hicieron por órdenes de los políticos.
4. Trató de politizar y convertir a las Fuerzas Armadas en su brazo armado, ideologizandolas con consignas como «hasta la victoria siempre» o «Patria, socialismo o muerte».
5. Como esto no le resultó, empezó a cortarles los privilegios como las los comisariatos (que estaban compitiendo con Supermaxi), las piscinas y centros de diversión, las empresas, etc.
6.Les está cortando las jubilaciones y cesantías especiales mediante la última ley de reforma del ISSFA.
7. Como eso ha generado protestas por e-mails ha recurrido a la más ilégitima de las cartas, el burdo patrioterismo y lo que es peor, considerarse el mismo como símbolo de la Patria, sólo le falta declararse Dios como los emperadores romanos.
Por último Ud. dice: «Está atrapado en la trampa de la democracia representativa. No puede volar con libertad.», esa es una frase totalmente caudillista y mesíanica, NO SEÑOR, el que debe volar con libertad no es Correa ni el mesías que le suceda sino el Pueblo Ecuatoriano.
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