Un dirigente del viejo Partido Socialista ha hecho circular en las redes sociales unas declaraciones en las que dice que él promoverá la formación de un Frente de Unidad “para detener al correismo.”
Los socialistas “patiamarillos” son expertos en estas ideas. Lo curioso es que nunca han acertado y, más curioso todavía resulta que, a pesar de los fracasos, siempre renuevan la misma fórmula y la proponen como salvadora de la patria.
No hablemos de la historia, hablemos de los acontecimientos recientes. Comencemos recordando que el PSE creyó que un Frente de Unidad Electoral debía estar encabezado por el seudosocialista León Roldós Aguilera. La tesis era: “del centro hacia la izquierda, cualquier apoyo está bien.” Roldós nunca inquietó al poder establecido. Luego fue Gutiérrez, la misma fórmula, distintos personajes. Cuando el Coronel ganó la presidencia, recién los “amarillos” se dieron cuenta de que no era de izquierda. Y, por último, está Rafael Correa, la misma fórmula, distintos personajes. Ahora este brillante “socialista revolucionario” reencauchado plantea un nuevo Frente de Unidad electoral para “detener al correismo.”
¿Con quién se formaría ese frente?, ¿con otro Mesías?, ¿con los arrepentidos del correismo?
Un socialismo renovado toma posición frente a tres temas: El Estado, el poder y el régimen de propiedad. La construcción de la nueva sociedad es otro asunto.
El nuevo Socialismo en el Ecuador se levanta sobre la filosofía de la alteridad, fusionada con el marxismo. Para detener al correismo hay que construir una oposición programática, con un Frente que vaya de la izquierda al centro y un programa anticapitalista y pos extractivista.
La reforma ya les dio haciendo Rafael Correa, señores socialistas.
La Hora, 23-12-2015
Ninguna revolución se puede hacer en un entorno dictatorial como el correismo. Por tanto, «detener al correismo» es una consigna válida. La «oposición programática» solo es posible en una democracia aunque sea al principio «burguesa», por tanto lo primero que debe hacerse es reconstruirla. De otra manera se constituirá un nuevo mesianismo.
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