Alianza País ha vuelto a ganar una elección presidencial, con poco, pero ha vuelto a ganar. Deberían hacerle saber a la señora Ruth Hidalgo que la segunda vuelta se hizo, precisamente, para q no haya “empate técnico”. Su anuncio, en esos términos, sólo creó sospechas.
Ahora el rafa-leninismo sigue en el poder. Incluso si hubo fraude, esa es la verdad. Si no se puede demostrar el fraude, no cabe incendiar el país, porque la institucionalidad legal ganará siempre. Eso en un gobierno socialcristiano o revolucionario.
Los que no son correistas deben dejar de lamentarse y comenzar a pensar en una oposición seria. El estilo de la “trucha” oposición no es válido, tiene como modelo los programas basura de TV en los que, un grano en la nariz de alguien, provoca tormentas. No, una oposición seria significa golpear los pilares del rafa-leninismo.
Se tiene que pensar que la votación obtenida por CREO-SUMA no es homogénea. A más de los sectores medios altos y oligárquicos, hay también clase media baja y sectores populares y, sobre todo, seiscientos mil ciudadanos que votaron nulo. Una oposición seria debe tender a convencer a estos grupos y sumar las bases de AP que exigen, desde adentro, la rectificación y radicalización del proceso. Un remezón tan grande como el hecho por AP en el país, no puede quedar en nada, tiene que radicalizarse.
¿Quién puede hacerlo? Lasso es derecha. AP tocó fondo y Lenin jamás podrá mantenerse en el centro; la izquierda “clásica” se quitó la careta y no hay que permitirle volver a engañar al pueblo, el populismo es una farsa.
Queda crear una nueva oposición, que sólo puede venir de la mano de una nueva izquierda, sin pecado original, ideológicamente sólida, que irá surgiendo en la medida que organice revolucionariamente la oposición al rafa-leninismo.
La Hora, 05-04-2017
Ñukanchik Socialismo 
Ese pseudo analisis con cuchara política meciendo la sopa siempre en dirección derecha y sazonandola con polvitos de izquierda no resiste un análisis real de la situación, no hay rafa-leninismo, existe revolución ciudadana y el que la revolución siga en pie solo significa que nunca dependió solo de Correa sino de la voluntad del pueblo ecuatoriano, de esa simbiósis revolucionaria entre pueblo-gobierno que acertadamente AP supo establecer con nuestro pueblo por medio de los informes semanales y los conversatorios populares, nunca tuvimos gobiernos así, siempre hicieron y deshicieron con el dinero y la voluntad del pueblo como que les vino en gana y solo nos enteramos cuando fué demasiado tarde, esa conciencia social ha despertado, ha nacido un nuevo pueblo que no puede ser mangoneado por intereses privados, AP y la doctrina de la revolución ciudadana no ha «tocado fondo», al contrario se ha afirmado y eso lo demuestra el que haya ganado otro lider que no se llama Rafael Correa sino Lenin Moreno, que existe más gente que uno solo, dispuesto a llevar la posta del cambio social con igualdad en la patria Ecuatoriana, no hay un centro para mantener contentos al pueblo y a las clases oligárquicas, existe una izquierda definida que favorece a los más pobres del país y el que no ha entendido eso se va a enfrentar con un gigante llamado mayoría y eso quedó claro en las actuales elecciones, Lenin Moreno nunca usó una careta, siempre demostró ser el hombre honesto, sencillo, trabajador, con gran sentído humano, preocupado por los más necesitados y los marginados, olvidados, excluidos, al contrario de Lasso, quien ahora realmente ha sacado su careta de hombre respetuoso y pacífico para violar como lobo feróz la voluntad mayoritaria de no aceptar su representación en el gobierno, para incitar al caos y la destrucción de bienes del pueblo encontra del cual siempre estuvo, la recomendación de formar una «oposición» con una nueva izquierda sin pecado original recomendada por alguien de derecha es ya de por sí el mas grande pecado, lo que realmente necesitamos es trabajar juntos en una causa común que sea el beneficio de todos los Ecuatorianos, sin oponernos por ideas politicas o intereses personales a la labor del estado en beneficio de la salud, la educación, la vivienda, la asistencia social a los más necesitados, drogadictos, ancianos, asociales, etc, y todos los proyectos y obras que sean de beneficio común, es mejor que estar pensando desde ya en oponerse al poder institucionalizado del pueblo.
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La pasión de su comentario merece una respuesta, más que sus ideas, que son el lugar común de AP. Se equivoca al creer que AP es la izquierda en el Ecuador, es un gobierno progresista con un líder carismático, y, como siempre he sostenido, el mejor gobierno burgués de la historia. La izquierda, señor, está en otro lado, se está preparando.
Segundo, usted demuestra una lamentable ceguera al considerar mi posición como la de una derecha camuflada de izquierda, cuando esa definición le encaja perfectamente a AP. Su líder carismático y, ahora su sucesor de nombre revolucionario, no tienen el coraje histórico que se necesita para transformar este país, y si estos dos «líderes» no lo hacen, no veo quién en AP pueda hacerlo. Por eso un movimiento de izquierda auténtica, sin pecado original, que esté a la izquierda del rafa-leninismo, tiene la misión histórica de darle una nueva vuelta a la tuerca de AP.
Claro que AP es mejor que esa izquierda «clásica» que, por odio a Correa, se puso de rodillas ante Lasso, pero la nueva izquierda que se está agrupando en Ñucanchic Socialismo sabe que puede coincidir más con AP que con farsantes como esos, pero Ñucanchic marcará el ritmo del giro histórico que se aproxima en el Ecuador.
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