Para pueblos como el nuestro, a lo largo de su historia, lo normal han sido los períodos de vacas flacas, es decir, más tiempo hemos pasado en crisis que en bonanza. Maldición de la divina providencia, dicen unos, otros le echan la culpa a “los indios vagos”, los de más allá a nuestra mentalidad y algunos creemos que son males estructurales.
Una izquierda revolucionaria tiene que comenzar reconociendo que los nueve años de AP han sido como un oasis en la permanente crisis de la nación. Ningún gobierno oligárquico como este ha ahorrado tanto invirtiendo en obra pública. Esa es una verdad como una catedral que sólo la niegan los ortodoxos del capitalismo, los neoliberales y los ignorantes. Que haya sobreprecios o corrupción en los contratos es otra cosa, pero que se ha hecho la obra que jamás se hizo, no lo pueden negar ni los ciegos.
¿De qué se queja la oligarquía?, ¿de qué Correa les ha hecho caminos para mejorar sus negocios?, ¿de que los banqueros han ganado como nunca?, ¿de que los empresarios tienen privilegios?, ¿de que los comerciantes se llenen los bolsillos?, ¿de qué se quejan?
El único que se puede quejar con razón es el pueblo, porque este gobierno no hace nada por él. Las Juntas Parroquiales se quejan porque no tienen caminos, los pueblos indígenas porque la minería los mata, los líderes populares porque les tratan como a terroristas, los estudiantes, los barrios marginales, la conciencia nacional agredida por desatinos como el Plan Familia, la educación universitaria, el pensamiento crítico, la cultura, el pueblo sin trabajo.
La RC ha polarizado la lucha social, lo que quiere decir que si queremos salir de las vacas flacas hay que darle una vuelta más a la tuerca y luchar por un gobierno auténticamente popular.
La Hora, 27-enero-2016
Veo que Ud. ha sido confundido por las «sabatinas» de Rafael Correa. No señor, Correa no ahorró nada, estamos endeudados hasta la coronilla con los chinos, el oro fue empeñado a Goldman Sachs, hasta las petroleras nos ha prestados. Las inversiones se realizaron con prestamos, lea los libros de Eduardo Valencia.
Se ha «invertido» en elefantes blancos como Yachay, la refinería del Aromo, algunos aeropuertos, etc. Las carreteras algunas son innecesarias y no son la mejor opción ecologica como los trenes eléctricos, las hidroeléctricas son sobredimensionadas y con sobreprecios.
Ese es la «obra» que los «ciegos» no vemos, quizas porque tenemos una visión más racional.
Conclusión: el gobierno de Rafael Correa no fue un oasis como Ud. lo afirma sino un purgatorio del cual casi todos queremos salir.
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Señor José: de los gobiernos burgueses, el de Correa ha sido el mejor, en este siglo y en el pasado. Si usted no tiene una concepción de izquierda, nunca lo podrá entender. Cualquier gobierno que no trascienda el capitalismo puede ser bueno, regular o malo, pero jamás será el que conviene a los intereses del pueblo. Si seguimos jugando con las mismas reglas de siempre, seguiremos dando vuelta a la noria y marchando sobre el mismo lugar. Cambiar es jugar con otras normas. En política, como en todo, hay que arriesgar si se quiere cruzar el rio. Saludos.
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Defina «izquierda». Ud. afirma que un gobierno que ha reprimido a los movimientos sociales, ha perseguido a los protestantes en las manifestaciones, ha cooptado a los sindicatos, controla las universidades, persigue a los periodistas, etc. es el mejor de dos siglos. Quizas debería compararle con el de García Moreno o el de Ignacio de Veintimilla. Quizas debería repensar lo que es la «izquierda» para Ud. Por último, solo el pueblo defiende sus intereses, no Ud. ni yo.
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Eso mismo, señor, mejor que el de García Moreno, que el de Camilo Ponce, que el de Galo Plaza, que el de Febres Cordero, eso mismo digo, pero usted parece no entender. La farsa de Correa es que lo hace con el discurso revolucionario. Se trata de darle una vuelta más a la tuerca y entrar en un proceso de cambio real, que favorezca a las masas. Yo soy parte del pueblo y tengo de ello conciencia, por eso sí puedo hablar en su nombre. Saludos.
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Muy interesante su última frase, pero resulta que todos podemos decir lo mismo desde Rafael Correa hasta Perico de los Palotes, pasando por Nebot y lo mismo decian Hitler y Mussolini. Por favor!!!
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