A estas alturas de la jornada electoral lo que se nos ocurre a los ecuatorianos consientes es cerrar los ojos y no mirar lo que está pasando. No hay nada bueno y, si existe, la mediocridad, la ramplonería y la audacia oportunista lo mantiene oculto. Estamos viviendo una campaña electoral de tan bajo nivel, que una para la presidencia de un Consejo Estudiantil tendría más contenidos.
A Bucaram se le ocurre usar a la Iglesia Evangélica como plataforma. Se compromete a combatir el aborto, mantener la familia “como Dios la creó” y promover el estudio de la Biblia en las escuelas, o sea, volver a la Santa Inquisición. A este candidato le enseñaron a bailar pero no a pensar. Cintya Viteri no sabe que inventar para caerle bien al pueblo, pero todas sus propuestas son pura demagogia; el banquero millonario ofrece bajar los impuestos, con lo cual nos hace suponer que impondrá un agresivo proceso de privatizaciones al más puro estilo argentino; Moncayo, igual que Correa en el 2006, se ampara en el programa reencauchado de la seudo izquierda ayalacostista para hacer lo mismo, pero con otro estilo; Pesantez se enreda en su tercera posición y los otros no dan la talla. Esto los presidenciables.
Si se revisan las candidaturas parlamentarias, no sólo que da ganas de cerrar los ojos sino de salir corriendo también y el problema no está en su falta de preparación, sino de inteligencia. A Pancho Villa, Zapata, Sandino, al mismo Alfaro no les preparó Salamanca, pero tenían esa inteligencia natural que les llevó a comprender cómo funciona la sociedad, a entender que estaba mal hecha y que se tenía que cambiarla
En estas condiciones el tuerto es rey. Lenin Moreno avanza sobre ruedas a la presidencia de la república.
¡Pobre, mi Ecuador querido!
La Hora, 18-01-2017
Se equivoca Ud. totalmente con Lenin Moreno, en primer lugar la probabilidad de que haya segunda vuelta es casi el 80% (véase: http://www.calculoelectoral.com/) y ahí la probabilidad de que pierda es altísima. No confunda sus deseos no confesados con las posibilidades.
Por otro lado, si Lenin Moreno llegara a la presidencia, la estrategia correista es su renuncia para entregar la presidencia a Glas, el títere de Correa.
Lenin Moreno es sólo una máscara con la que se pretende mantener a Correa en el poder via internet desde Bélgica a traves del títere Glas.
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